Durante los tres meses que andamos de reforma cuando había agua, no había luz o viceversa, mi amiga Merche puso a mi completa disposición una vivienda justo encima de la nuestra, para poder cocinar, tender, guardar cosas que se pudieran estropear o ir a perderme de vez en cuando buscando un rinconcito de tranquilidad. Para que las dos tuviéramos un recuerdo de estas andanzas, se me ocurrió tejer un tapete grande, en colores veraniegos, verde, amarillo y naranja que contrarrestaran el color terroso que lo inundaba todo Está tejido en algodón del número 5 y el patrón es de la revista núm. 60 de Ganchillo Artístico del año, ni se sabe.
Os dejo foto y enlace a las explicaciones, a lo mejor alguien se anima: Pinchar aquí
2 comentarios:
Precioso!!!
Y qué grande, no me extraña que se te hicieran interminables las vueltas. Isa
Que trabalho lindo!!!!
adorei.
bj.
Baísa
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